Vuelta al Pico Cerler 2018: Sucesión de récords en el Gran Trail Trangoworld de los Pirineos

El Gran Trail Trangoworld Aneto-Posets celebró el fin de semana del 20 al 22 de julio de 2018 su sexta edición. Una edición marcada por los récords, tanto en participación, con 2.830 corredores llegados a meta, que representan el 76% de los 3.728 inscritos, como por las históricas marcas que establecieron siete de los diez ganadores de las cinco pruebas celebradas.

El Valle de Benasque abandona durante un fin de semana su tranquilidad veraniega para acoger una de las pruebas que, desde su refundación hace seis años, se ha convertido en una clásica para el corredor de montaña. En esos tres días, este valle oscense pierde su habitual calma, que sólo se rompe en invierno por la masiva llegada de los esquiadores, y Benasque, así como casi todas sus poblaciones colindantes, se transforman en una especie de Gran Vía madrileña al acoger a más de 15.000 visitantes entre corredores y acompañantes.

Quizá en otro lugar una prueba como ésta sería insostenible al carecer de las infraestructuras y recursos necesarios para albergar a tal cantidad de visitantes. Pero el Valle de Benasque los tiene. Situado en el corazón de los Pirineos, durante invierno acoge a miles de amantes de la nieve, pues este valle aragonés de la comarca del Ribagorza presume de tener el mayor número de cimas de 3.000 metros de altitud de los Pirineos (cerca de 80, que representan el 20% de toda la cordillera) distribuidas en torno a los macizos de Maladetas, Posets y Perdiguero.

El resto del año, el valle vive del turismo rural, de la escalada, del senderismo, del mountain bike o del piragüismo, gracias a sus pistas de esquí transformadas en sendas, a sus caminos y carreteras vertiginosas y a sus pantanos que almacenan el agua de los glaciares transportada por el río Ésera.

El encuentro entre el Gran Trail Trangoworld Aneto-Posets y Valle de Benasque era inevitable. Cada año que pasa, el tercer fin de semana de julio reúne a un mayor número de corredores y acompañantes. La prueba se ha convertido en una excusa perfecta para disfrutar de un entorno natural envidiable.

Cinco carreras en un fin de semana

El Gran Trail Trangoworld Aneto-Posets ofrece en esos tres intensos días cinco pruebas -seis si se incluyen las carreras infantiles del sábado- para todos los niveles, que parten y concluyen en Benasque. El fin de semana comienza con la salida, en la madrugada del viernes al sábado, de la prueba reina, el Gran Trail Aneto-Posets, un ultramaratón de 105 kilómetros y 6.760 metros de desnivel positivo. Un auténtico desafío, con un recorrido que bordea las dos cimas pirenaicas, el Aneto (3.404 m) y el Posets (3.375 m), incluyendo casi 41 kilómetros de recorrido por encima de los 2.000 metros de altitud.

Unas horas después parte la Vuelta al Aneto, con 55 kilómetros y 3.630 metros de desnivel, con un recorrido que bordea el macizo de la Maladeta, presidida por el Aneto, y con más de 27 km por encima de la cota de los 2.000 metros. A continuación, también en la mañana del sábado, le toca el turno a la Maratón de las Tucas, con una distancia de 42 km y 2.500 metros de desnivel, que incluyen 8,5 km por encima de los 2 000 metros, uniendo los refugios de Estós y de Ángel Orús.

Estas tres pruebas son muy técnicas y requieren experiencia en carreras de este tipo, tanto en distancia como en altitud. Las otras dos citas del fin de semana no requieren tanta experiencia en la montaña. Son carreras con recorridos nada técnicos, con muchos kilómetros donde se puede correr bastante. Ambas se celebran en la mañana del domingo.

Primero parte la Vuelta al Pico de Cerler, con un trazado de 25,5 kilómetros y 1.250 metros de desnivel. Una hora después arranca de Benasque la Vuelta al Molino de Cerler, con 12,5 kilómetros y 460 metros de desnivel. Esta última calca la primera parte de la Vuelta al Pico de Cerler, justo hasta que ésta llega a la estación de esquí de El Molino.

Voluntarios haciendo noche a 2.700 metros

Cinco carreras que requieren una organización perfecta y donde el generoso trabajo de los voluntarios que debe prolongarse durante varios días marca el éxito de empresas como ésta. Como ejemplo de lo que este evento supone, uno de los avituallamientos y puntos de control estaba situado a 2.700 metros de altura en Estibafreda. Los voluntarios tuvieron que velar durante dos noches en tiendas de campaña para atender a los corredores, soportando lluvia, fuertes rachas de viento y granizo.

Por lo que respecta a la Vuelta al Pico Cerler, la prueba en la que participamos, se trata de una carrera nada técnica, ideal para los que ya han corrido carreras de montaña de menores distancias o para aquellos corredores de asfalto acostumbrados a medias maratones.

La carrera, como el resto de pruebas, parte de la Avenida de los Tilos de Benasque. Sus primeros metros en asfalto comienzan en  bajada y luego prosiguen con una ligera una subida por la Avenida de Francia, justo hasta llegar a la salida norte de la localidad. Entonces su trazado cruza unos de los puentes sobre el Ésera, el río que nace en la vertiente norte del macizo de la Maladeta y que riega todo el valle de Benasque. Desde la salida encontraremos pues unos 900 metros hasta el puente, con una suave pendiente media del 1,8%.

Después de cruzar a la otra orilla del Ésera y atravesar algunos de los muchos aparcamientos públicos de Benasque, tomaremos un ancho sendero de tierra y piedras que discurre paralelo al río. Se trata de una bajada rápida, que alterna algún que otro tramo llano, y que se prolongará hasta el kilómetro 3. En este punto regresamos a la otra orilla del río Ésera para tomar el asfalto de la urbanización Linsoles, con más casas que otros pueblos del valle.

Subida por la senda PR-HU 33

El asfalto nos llevará a la localidad de Anciles, a la altura del kilómetro 5, tras dejar atrás algún que otro pequeño repecho. A partir del kilómetro 5,2 tomamos un incómodo camino de grandes adoquines y el paisaje empieza a cambiar. El bosque nos absorbe por completo y con él llegan las primeras rampas de la carrera. Unos metros después, los adoquines se transforman en un sendero (PR-HU 33) de tierra oscura y rocas resbaladizas por la lluvia de los días previos.

Afortunadamente para los corredores de las dos pruebas del domingo no hubo lluvia y el sol iluminó toda la jornada. Tuvimos mucha más suerte que los corredores de las pruebas previas que se enfrentaron desde la salida a un par de tormentas cargadas incluso de granizo, aunque en general el buen tiempo presidió todo el fin de semana salvo algunos chubascos intensos en momentos puntuales.

El zigzagueante sendero PR-HU 33 nos llevará a los pies de la estación de esquí de El Molino de Cerler (km 8,3). Desde Anciles habremos subido hasta Cerler más de 3 kilómetros con una pendiente media del 12,7%, encontrándonos las rampas más duras entre los kilómetros 6 y 7, con algunas que superan el 30% de desnivel. No obstante, el sendero tiene tramos en los que se puede correr.

Avituallamientos algo escasos

En la estación de esquí se sitúa el primer avituallamiento intermedio. Quizá este punto, el de los avituallamientos intermedios, es el punto débil de las dos pruebas del domingo. A pesar del membrillo, los frutos secos y las gominolas, sin olvidarnos del agua, coca cola y bebida energética, quizá echamos en falta algo de fruta de temporada, como sandía o melón, que además de su contenido en azúcar suelen refrescar bastante, a falta de plátano o naranja. No hubiese estado de más, teniendo en cuenta que los participantes de esta prueba estuvieron entre dos y cinco horas en carrera.

En la estación de El Molino el paisaje vuelve a transformarse. El bosque ha desaparecido unos metros antes y ahora contemplamos una postal con un horizonte repleto de cumbres y nubes blancas, con una montaña verde reluciente que parece sacada de un anuncio de chocolates suizos.

Pero la sonrisa por la belleza del paisaje, desaparece rápidamente al contemplar la subida que nos espera. Deberemos ascender por el empinado y estrecho sendero que discurre por la llamada pista azul de esquí de Les Planes. Iniciamos así el rodeo del Pico de Cerler, el que da nombre a la prueba, con casi un kilómetro y medio de subida (del km 8,3 al 9,7) con rampas que no bajan del 15% y con un desnivel medio superior al 17%.

Culminada la subida, el sendero se transforma en una amplia pista de tierra donde podremos soltar piernas y sentir de nuevo lo que es correr mientras contemplamos el paisaje que nos envuelve. Son apenas 500 metros que saben a poco. Termina la bajada y la pista entona un sube y baja, discurriendo paralela a la carretera del Ampriu, uno de los picos cercanos a Cerler. Esta sucesión de pequeños toboganes tiene escaso desnivel y se prolongará durante más de un kilómetro y medio hasta el 12. El trazado empieza poco a poco a subir y hasta el kilómetro 13,5 encontraremos cerca de un kilómetro y medio mucho más duro, con una pendiente media cercana al 10%.

Subida en el pico del Ampriu

Llegados a la estación del Ampriu, donde hay un exiguo avituallamiento líquido, empezamos a ver lo que la Vuelta al Pico de Cerler nos depara. La subida más dura de la prueba, con más de 1,8 km de ascensión, con una pendiente media que supera el 19%, con algunas paredes que rozan el 40%, y con un kilómetro de pista por encima de los 2.000 metros de altitud. El sol además empieza a pegar, por lo que efectivamente nos encontramos ante el Tourmalet de esta carrera. La pista va paralela al telesilla, termina en la cima de Colladeta (km. 15,8), por encima de los 2.300 metros de altitud.

Llegados a la cima nos espera un nuevo avituallamiento con líquidos y sólidos y prácticamente un descenso de 10 kilómetros hasta la meta de Benasque. Los cinco primeros kilómetros de bajada son muy vertiginosos, transcurren por una pista amplia de tierra y algunas piedras. No son nada técnicos y permiten, si hay fuerzas, coger mucha velocidad. Al cambo de unos kilómetros la amplia pista del Camino del Sarrau nos lleva a un sendero estrecho que desciende por las pistas de esquí en dirección a la estación de El Molino de Cerler.

En el km 20,5 la carrera enlaza con el sendero que tomamos en la estación de esquí de El Molino y que nos llevará a la misma estación (21,4 km). Cruzamos el amplio parking principal de la estación y tomaremos un estrecho sendero en pleno bosque, primero el PR-HU 27 y luego el PR-HU 28, un camino muy similar al que cogimos en Anciles. La diferencia, además de que esta vez es de bajada, es que los primeros corredores se encontrarán con un gran pelotón de participantes de la Vuelta al Molino de Cerler. El sendero es muy estrecho y aunque los corredores más lentos permitieron el paso de los que venían más rápidos, en algunos puntos en los que el sendero o bien subía o tenía mucha piedra o pendiente negativa se produjo algún pequeño atasco.

Pasado el kilómetro 25 llegamos de nuevo al asfalto de las calles de Benasque y sólo restarán un par de callejuelas para completar los 500 metros entre el numeroso público que nos conduce a la meta.

Tras recibir la bonita medalla de madera de finisher, nos aguarda un copioso avituallamiento en el que hay barra libre de bebida (cerveza, coca cola, agua y energética), pasta, frutos secos, melón, gominolas y caldo, Aneto, por supuesto.

Triunfos y récords en todas las pruebas

El argentino Diego Simón (2:04:06) fue el más rápido de la Vuelta al Pico de Cerler, rebajando además en 20 minutos el récord de la prueba. Ernesto Carretero (2:09:13) y Borja Zubizarreta (2:10:50) le acompañaron en el podio. También Ana Tauste (2:38:16) logró la victoria y el mejor tiempo de la prueba en la categoría femenina. La corredora albaceteña, ganadora el pasado año del Maratón de las Tucas, se impuso a Patricia Muñoz (2:40:01) y Celia Tajada (2:41:41). Un total de 750 corredores completaron esta distancia.

En cuanto a la Vuelta al Molino de Cerler, el turolense Carlos Jávega (00:58:21) logró la victoria rebajando en casi un minuto el récord de esta carrera. Jorge Salas (00:58:42) y Álvaro Osanz (01:03:14), le acompañaron en el podio. En féminas, Eneritz Aramendi (01:19:15), a sus 16 años y vigente subcampeona, se impuso a Noelia Lardiés (01:20:15) y Cristina Corella (01:20:45). 351 corredores completaron esta distancia.

Por lo que respecta a las dos ultras y el maratón, el vitoriano Javier Dominguez Ledo se impuso en la prueba reina mejorando el récord del Gran Trail Aneto-Posets (15:36:57). Ion Azpiroz (15:55:47) y el alicantino Sebas Sánchez (16:03:17) terminaron segundo y tercero respectivamente. Por su parte, Natalia Román López, la corredora de Casetas (Zaragoza), se impuso (21:41:42) en categoría femenina. La aragonesa, que reside desde hace 8 años en Suiza, batió el récord que ostentaba Ángels Lloberá por 12 minutos. Lurdes Palao Belda (23:12:27) y Flora Molpeceres (29:51:53) completaron el cuadro de honro de esta durísima prueba con sólo seis mujeres que cruzaron la meta. Sólo 158 corredores acabaron esta prueba, el 45% de los 348 inscritos (185 la completaron un año antes, el 62%), debido quizá a que a la exigencia del recorrido se le sumó las condiciones meteorológicas adversas, con viento, granizo y lluvia y bajas temperaturas.

En la Vuelta al Aneto, el segundo ultra, Luis Alberto Hernando (6:57:23) confirmó su condición de favorito y no dio opciones a Diego Gómez (7:12:45), ganador en 2014 y 2016, y a Sergio Gimeno (7:48:19), quien concluyó tercero. El seis veces campeón del mundo lo hizo además pulverizando el récord de la prueba, que desde 2015 estaba en manos de Crístofer Clemente. En categoría femenina, Susana Rivero (09:05:46) fue la brillante vencedora por delante de María Pilar Prades Alquézar (09:35:54) y Angels Llobera (09:41:23). Un total de 629 corredores entraron en meta.

Por último en el Maratón de las Tucas, el navarro de Barañain Xabi Zarranz (04:46:58) se impuso a Xabier Lete (04:51:20) y Roberto Martínez (04:54:25). En categoría femenina la valenciana afincada desde hace un par de años en Benasque Paula Mata Mahiques (06:05:26) se llevó el triunfo por delante de Beatriz Fas Juan (6:17:58) e Isabel Marco (06:26:17).

Para más información puedes visitar la web oficial del Gran Trail Trangoworld Aneto-Posets o su página de facebook con una amplia galería de imágenes de la prueba.

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