Maratón Vías Verdes de Arganda de Rey 2016: Por el camino de baldosas rojizas

“Había varios caminos por allí cerca, pero no tardó encontrar el único pavimentado con ladrillos dorados y poco después iba caminando a buen paso hacia la Ciudad Esmeralda” (El mago de Oz, Lyman Frank Baum)
Al igual que Dorothy seguía un camino de baldosas amarillas para llegar hasta el Mago de Oz, los corredores que se dieron cita en la Maratón de Arganda del Rey, celebrada el pasado 7 de febrero, también tuvimos que seguir un camino pavimentado, aunque en este caso de color rojizo. La prueba madrileña es una de las cinco carreras que este año conforman la cuarta edición del circuito Maratón Vías Verdes, un evento que transcurre por las denominadas vías verdes, antiguas líneas ferroviarias en desuso o que nunca llegaron a tener servicio y que han sido recuperadas para la práctica deportiva al ser reconvertidas en kilométricos carriles bici en pleno campo.
La cuarta edición de la Maratón de Arganda del Rey transcurre por la Vía verde del Tajuña, una antigua línea ferroviaria utilizada en su día para el transporte de remolacha y que cuenta con 49 kilómetros de longitud entre las localidades madrileñas de Arganda y Ambite, pasando por los municipios de Perales de Tajuña, Morata de Tajuña, Tielmes, Carabaña y Orusco. La prueba ofrece tres distancias al corredor, 42, 30 y 21 kilómetros, con tres salidas simultaneas en las localidades de Carabaña (42K), Perales de Tajuña (30K) y Morata de Tajuña (21K) y con una meta común situada en Arganda. Cada kilómetro del recorrido está señalizado pero, a diferencia del resto de carreras, los carteles van en sentido inverso e indican cuánto falta hasta la meta.
Aunque en esta ocasión disputamos la prueba de 30 Km, el primer tramo entre Carabaña y Perales de Tajuña, para aquellos que participaron en la distancia más larga (42K), discurre paralelo al río Tajuña, con 12 kilómetros prácticamente llanos hasta llegar a las inmediaciones de Perales, inicio de la prueba de 30 kilómetros. Las tres carreras tienen en común una salida con tres pueblos aún dormidos en una fría mañana de domingo, que luego se tornó soleada, una lluvia de confeti, escaso público a excepción de los acompañantes y muy pocos corredores, algo más de 500 valientes, sumando también patinadores y handbikers que participaron en la carrera de 21K.
La escasez de corredores convierte a esta Maratón de Arganda en algo así como un buen test de entrenamiento, donde a medida que bajemos nuestro ritmo por kilómetro y aumentemos la distancia en la que participemos será más complicado encontrar compañeros de viaje, al contrario que le sucedía a la protagonista de El Mago de Oz. Esta soledad supone una gran dificultad para el corredor, pues para muchos la prueba se convirtió en un desafío individual, sin ningún desconocid@ con el que intercambiar ánimos y palabras y sin referencias que te ayuden a encontrar y mantener un buen ritmo.
Superarlo con éxito tiene por tanto un gran mérito, pues prepara al corredor física y sobre todo mentalmente para desafíos mayores, pues en cualquier otra carrera encontrará más animación y muchos más compañeros de viaje. Quizá por ello en la prueba de 30 Km pudimos ver a Tamara Sanfabio, la que fuera campeona de España de Maratón, y que fue en el grupo de cabeza desde el comienzo de esta prueba para imponerse en su categoría sin apenas oposición –casi 17 minutos sacó a Naroa Sagarna, una meritoria subcampeona-.

Tres grandes retos
La soledad que vivieron muchos corredores debido a la escasez de los mismos es quizá el gran hándicap que tiene la prueba. Pero no es el único reto al que deben enfrentarse como veremos más tarde. Regresando a nuestro recorrido, que habíamos dejado al inicio de la carrera de 30K en Perales, tras abandonar el pueblo, siempre por la Calle Mayor, el trazado discurre en su primer kilómetro por el arcén derecho de la carretera Nacional III. Nada más pasar por el puente debajo de la A-3 hallaremos el camino de pavimento rojizo que comienza pasado el kilómetro y medio de carrera -km 13,5 en la de 42K-.
Este primer tramo, más estrecho, y que discurre paralelo a río Tajuña –riachuelo en esta zona- prácticamente nos devolverá a la afueras de Perales. Los escasos acompañantes que hayan ido a la salida de esta localidad y que luego vayan en dirección a Morata o Arganda por la M-302 pueden quedarse en esta zona para volver a ver a los corredores. Así, en el kilómetro 4,5 volveremos a pasar por las inmediaciones del pueblo, justo en la intersección con la carretera de Morata (M-302), ya que en este punto la vía verde se corta durante unos 100 metros, aunque tras subir la calle Cuesta de Moyano vuelve a reaparecer.
La mencionada intersección estuvo perfectamente señaliza por la policía local, que junto con los miembros de protección civil y los voluntarios que había en los numerosos avituallamientos desperdigados por el recorrido -10 en total, incluido el festín final- fueron los escasos humanos que animaron el paso de los corredores. Tampoco queremos olvidarnos de los numerosos ciclistas que volaban raudos como los monos de la novela de Baum y que poblaron la vía verde a medida que avanzaba la mañana. Muchos de ellos tuvieron algún gesto o palabra de ánimo y cariño para los corredores mientras otros parecían mirarnos con extrañeza como pensando ¿qué hace este ti@ corriendo solo por aquí con un dorsal en la camiseta?
En los cuatro primeros kilómetros, desde que partimos de Perales -16 kilómetros si saliste en Carabaña-, el recorrido es prácticamente llano, con algún pequeño tobogán a la altura de la Nacional III. La primera dificultad se ubica en la mencionada Cuesta de Moyano, con 300 metros y una pendiente por encima del 7%, que será el preludio de una sucesión de varios toboganes que se alargarán hasta el kilómetro 7 (faltarán entonces 23 a meta como señala el cartel).
A partir de este punto, la vía verde de Arganda discurre paralela a la M-302, que dejaremos a nuestra izquierda, hasta llegar a Morata de Tajuña en el kilómetro 11 de carrera -23 para los de la prueba de 42K-. Durante más de un kilómetro cruzaremos este pueblo, por su parte superior, y que a las 9:00 de la mañana había despedido a los corredores, patinadores y handbikers de la prueba de 21 mientras el resto partían de Perales y Carabaña.

Subida hasta la cementera
Pasado el kilómetro 10 y aún sin abandonar Morata, el asfalto comenzará a empinarse y no dejará de subir hasta la cementera de Portland Valderrivas que corona una de las cimas que rodea a la localidad. Aquí encontraremos el segundo gran reto de la carrera. Se trata de un total de nueve kilómetros de ascenso, con una pendiente media del 1,6%, y sin apenas descansos. Has leído bien, nueve kilómetros que aunque no tienen grandes rampas o desniveles, pican en todo momento hacia arriba. Nos recuerdan a la larga subida del monte de El Pardo en la Media de Fuencarral, aunque el ascenso que hay en la de Arganda es bastante menos pronunciado, pero mucho más largo.
Estos kilómetros, los más complicados de toda la carrera, son también quizá los más atractivos, pues la vía verde rojiza serpentea mientras va subiendo la montaña y a nuestra izquierda dejaremos interesantes vistas al valle del Tajuña, pasando por algún que otro mirador e incluso un merendero.
Cuando empezamos a vislumbrar la cementera, que se levanta descomunal como la Ciudad Esmeralda, y que deberemos rodear durante casi un kilómetro en una zona plagada de olivos, la carrera empezará a bajar con un descenso que se prolongará hasta el kilómetro 26. En esta bajada los ciclistas son más numerosos, los más rápidos de las carreras de 30K y 42K empezarán incluso a adelantar corredores de otras pruebas y empezaremos a ver también a argandeños que utilizan la vía verde para pasear o correr.
En ese kilómetro 26 –kilómetro 38 para los de la Maratón y 17 para los de la Media-, a las puertas de Arganda, nos aguarda una última dificultad, un repecho de unos 600 metros a la altura de Hospital Universitario de Sureste con una pendiente media del 2,4%. Pasado este escollo el trazado de la prueba vuelve a descender abandonando una vía verde que irá mutando en acera, asfalto y carril bici. Así, a falta de escasos tres kilómetros para la meta, la prueba cruzará la Avenida del Ferrocarril –sin carril bici-, luego la Avenida de Madrid y volvemos al carril bici hasta abandonarlo en la Avenida de las Américas muy cerquita del último kilómetro de la prueba. Sólo nos quedará tomar la Avenida de Valgranda donde a partir aquí apenas restará medio kilómetro para plantarnos en el estadio de Arganda donde daremos casi una vuelta a su pista de atletismo. Prácticamente los diez últimos kilómetros son en su mayoría de bajada, lo que suaviza la prueba y evita un mayor sufrimiento a medida que los kilómetros se acumulan en nuestras piernas.
Hemos señalado que las principales dificultades eran la soledad del corredor y la larga subida a la cementera. Nos faltaba un tercera y, aunque no fue el tornado que transportó a Dorothy al mundo de Oz, los corredores sí sufrieron un fuerte viento que estuvo presente en muchos tramos del recorrido, a veces lateral, otras veces en contra, y que hicieron mucho más dura esta interesante carrera.
- Positivo: lo inusual del recorrido, un carril bici alejado de la ciudad, con tramos muy atractivos como la subida a la cementera, los pasos entre la montaña cortada o el trazado junto al riachuelo; muy buena organización de la carrera, desde la entrega previa de dorsales que se hacía en tres días –el primero en Madrid, el segundo en Arganda y el tercero en la zona de meta- hasta la logística para llevar a los corredores a cada una de sus salidas; recorrido bien señalizado en cada kilómetro y con policía local y voluntarios –estos últimos sobre todo en Arganda- para atajar cualquier duda; numerosos y completos avituallamientos con agua, bebida energética, refrescos, fruta, frutos secos, etc.; espectacular avituallamiento final con plato de butifarra y patatas fritas y barra libre de agua y refrescos además de galletas, fruta y otras viandas; gran bolsa del corredor con camiseta técnica conmemorativo, caldo Aneto y medalla de finisher; duchas y baños en la meta; y final en una pista de atletismo; excelente web, muy completa, incluso con planes de entrenamiento; guardarropa, fisioterapia y ponencias en la tarde previa a la carrera. Por último, un día antes de la prueba los corredores recibieron por mail un excelente Racebook con información al detalle de la prueba.
- A mejorar: quizá al menos tres avituallamientos –uno para cada distancia, por ejemplo en los kilómetros 10, 20 y 30- deberían haber tenido botellas de agua en lugar de vasos ya que estos resultan muy incómodos de llevar –por si deseas posponer su ingesta- y más si te topas en ese tramo con una racha fuerte de viento. El precio de la inscripción es algo elevado –entre 18 y 42€ según la distancia y periodo de inscripción-, suponemos que debido a la escasez de corredores en relación con otras pruebas. Por último, y aunque la prueba contó con fotógrafos oficiales, las fotos eran de pago, un gasto que quizá debería asumir la organización para que los corredores tuviesen al menos, aunque sólo fuese una imagen, de recuerdo del evento. Un ejemplo a seguir en este sentido fue la Media Maratón de Guadalajara que este año contrató los servicios de Picrun para regalar a los participantes un extenso reportaje gráfico sin coste adicional al precio de la inscripción
Ficha técnica
Carrera: IV Maratón de Arganda del Rey
Fecha: 7 de febrero de 2016
Lugar: Carabaña-Perales de Tajuña-Morata de Tajuña-Arganda del Rey
Distancia: 21, 30 y 42 Km
Hora: 9:00
Precio: de 18 a 42 €
Organiza: Diversport, con la colaboración de los ayuntamientos de las cuatro localidades y la fundación de los Ferrocarriles Españoles Vías Verdes
Finisher: 523: Maratón (131), 30K (116), 21 K (205) y 65 patinadores, 6 handbikers.
Clasificaciones: 42K Masculina: 1) Jorge Gómez Sanz (2:54:28); 2) Isidro Santos Garrido (3:05:47); 3) Roberto García Díaz (3:07:48). Femenina: 1) Sunny Calitz Patel (3:40:27); 2) Sandra Zaragoza (4:04:04); 3) Yaitzelin Carvallo (5:27:21). 30K Masculina: 1) Miguel Ángel Cadenas (1:52:39); 2) Carlos Barrera Blanco (1:54:48); 3) Raúl Díez Asensio (1:57:06). Femenina: 1) Tamara Sanfabio Rodrigo (2:04:40); 2) Naroa Sagarna (2:21:31); 3) Patricia Rodríguez (2:32:38). 21K Masculina: 1) Javier García Gómez (1:19:02); 2) Rubén Amores Amores (1:19:24); 3) Leopoldo López Mañas (1:22:27). Femenina: 1) Laura Real Saiz (1:26:45); 2) Nuria Sanz Arribas (1:33:27); 3) María Elizabeth Chilui (1:36:21)
Clasificaciones: Maratón Vías Verdes
Fotos: Cano Sport