Cada vez más florecen las carreras populares que, bajo la denominación común de San Silvestres, aprovechan las vacaciones navideñas para convertir el running en una auténtica fiesta. Una de estas pruebas que poco a poco se va consolidando en la Comunidad de Madrid es la San Silvestre de Buitrago del Lozoya, que el pasado 28 de diciembre celebró su octava edición. Buitrago de Lozoya es un pueblo a 75 kilómetros de Madrid, ubicado en la Sierra Norte. La localidad es famosa por ser el único municipio de la región madrileña que conserva su recinto amurallado, de origen musulmán, rodeado en su mayor parte por el río Lozoya, lo que deja entrever lo inexpugnable que debió ser siglos atrás esta fortaleza.
Además de su recinto amurallado, su castillo y de albergar un museo con 60 obras de Picasso, donadas por Eugenio Arias Herranz, íntimo amigo del pintor malagueño, esta localidad también es conocida por otros dos eventos: la feria medieval de septiembre y el Belén Viviente que se representa desde 1988 y que se ha convertido en uno de los más importantes de España. Con 39 escenas diseminadas por en el casco antiguo de la localidad, junto a las murallas, y con cerca de 200 actores, este Belén Viviente representa escenas cotidianas de la época y cada año reúne a miles de visitantes. En 2014 se celebraba los 20, 21, 27 y 28 de diciembre, con doble sesión en caso de aforo completo -2.500 personas-, y encima la entrada es gratuita.
La San Silvestre se presenta pues como la excusa perfecta para darse una vuelta por esta localidad madrileña. La carrera se celebra a las 12:30, en horario antimadrugones, tiene una distancia oficial de 8 km, aunque apenas llega los 7 y medio, y está muy bien organizada y limitada a 300 corredores. Su precio es muy asequible, pues por sólo 8€ –los empadronados en la localidad pagan 6€-, además de una camiseta técnica conmemorativa, agua y una pieza de fruta, cada corredor recibe dos vales –para él y un acompañante- para sendos platos de patatas con costillas, acompañadas de pan recién hecho y dos consumiciones -refrescos y sangría-. Creo que se cuentan con una mano las carreras que ofrecen tanto por tan poco dinero. Además, cualquiera puede saborear este plato, con consumición incluida, por sólo 4 €. Por si fuera poco, desde las 11:00 se celebran carreras infantiles gratuitas en las que todos los niños son obsequiados con una medalla.
Pero no todo iba a ser bueno y es que en Buitrago, por estas fechas, precisamente calor no hace. Con una sensación térmica por debajo de los cero grados, la jornada estuvo marcada por ratos de sol, episodios puntuales de leve granizo y un viento helado que aunque no se notó dentro del pueblo hizo encogerse a los corredores en algunos tramos de la carrera, sobre todo en los que discurre por la presa del pantano de la localidad.
La carrera presenta un recorrido mixto, alternando asfalto, suelo empedrado y caminos de tierra y rocas. Tiene un par de cuestas que endurecen la carrera, al comienzo y al final de la prueba, aunque se compensan con un par de largas bajadas propicias para la recuperación. La prueba empieza en la plaza del Ayuntamiento y avanza por la calle Real para girar a la derecha por la subida de la calle Peñalta, cruzando después por el puente situado por encima de la Autovía A-1. Hasta aquí habremos recorrido unos 700 metros, casi todo en asfalto y en constante subida, aunque progresiva y no excesivamente dura con una pendiente media del 2,9%. El siguiente kilómetro y medio transcurre por el monte, por caminos de tierra y roca y con numerosos desniveles, con pequeñas subidas y bajadas aunque ganando progresivamente altura hasta superar los 1.000 metros.
Llegados al kilómetro dos y medio enfilamos una de las partes más bonitas de la prueba, ya que cruzaremos la presa de Riosequillo en un recorrido de ida y vuelta, asfaltado y prácticamente llano y con unas vistas excelentes a ambos lados de la presa. Lo único negativo de este tramo con un kilómetro de ida y otro de vuelta es el aire helado, aunque afortunadamente sopla de forma lateral. Abandonada la presa, llegamos casi al kilómetro cinco de carrera y emprendemos un pequeño tramo por el monte para llegar a un camino de tierra paralelo a la A-1 con el que comenzamos el regreso al pueblo. Recorreremos casi dos kilómetros de bajada, con dos pequeños tramos llanos: en el puente de la A-1 que cruzamos en la ida –situado ahora en el kilómetro 6- y la subida por la pasarela peatonal que se eleva sobre la Avenida de Madrid y qué tiene rampa y no escaleras.
Cruzada la pasarela, el trazado nos mete de lleno el casco antiguo de la localidad, bajando primero paralelos al Río Lozoya, para luego empezar a subir por la calle de Villa y atravesar –en sentido literal- el recinto amurallado de la ciudad, completando un último repecho de unos 500 metros hasta llegar a la meta situada en el punto de partida.
- Lo mejor: el marco en el que se desarrolla la prueba ideal para una escapada gastronómica-cultural con amigos y/o familiares; el precio de la prueba y las viandas que recibes a cambio; el recorrido atractivo y mixto que mezcla subidas, bajadas y varias superficies; aunque marca unos 500 metros menos de lo previsto, la carrera está muy bien organizada.
- Lo peor: a pesar del excelente despliegue de voluntarios y policía local por todo el recorrido, en dos puntos concretos del último kilómetro de la carrera no había indicadores o vallas y sólo la ayuda de algunos espectadores evitó que más de uno tomará un camino equivocado. Los que no somos de Buitrago, echamos en falta la posibilidad de poder darnos una ducha para entrar en calor.
Ficha técnica
Carrera: VIII San Silvestre de Buitrago del Lozoya
Fecha: 28 de diciembre de 2014
Lugar: Buitrago del Lozoya (Madrid)
Distancia: 8 Km
Hora: 12:30
Precio: 8 €
Organiza: Ayuntamiento de Buitrago del Lozoya
Participantes: 185
Clasificaciones: Masculina: 1) Pedro García (25: 45); 2) Jorge López (27:27); 3) Javier Martín (28:09). Femenina: 1) María Rosa Gómez Centeno (34:45); 2) Lucía Corral (35:00); 3) Paloma Sanz Martín (36:42).
Fotos y clasificaciones: Facebook de Buitrago Deportes
